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En los siguientes ejemplos te muestro un cuento de hadas y su versión a ciencia ficción.
Cuento de hadas:
Había una vez una joven princesa encerrada en una torre por una malvada bruja. La princesa anhelaba la libertad y soñaba con el día en que un valiente caballero la rescataría. Un príncipe audaz, equipado con una espada mágica, escaló la torre y derrotó a la bruja, liberando a la princesa. Juntos, escaparon hacia un reino lejano donde vivieron felices para siempre.
Versión de ciencia ficción:
En un universo futurista, existía una talentosa ingeniera atrapada en una estación espacial controlada por un ente cibernético malévolo. La ingeniera, anhelando la libertad, soñaba con el día en que un piloto espacial audaz la rescataría. Un intrépido androide, armado con tecnología avanzada, infiltró la estación, derrotó al ente cibernético y liberó a la ingeniera. Juntos, escaparon hacia planetas remotos, explorando nuevos mundos donde forjaron un vínculo inquebrantable.
Ahora es tu turno. Te comparto tres microcuentos de hadas que puedes cambiar a cualquier otra categoría: ciencia ficción, erotismo, policial, etc. Elige uno y compártelo en los comentarios.
La estrella fugaz
La estrella fugaz descendió con un destello dorado y se transformó en una hada. Con una varita, concedió un deseo a la niña que la vio caer. «Quiero ser valiente», susurró la pequeña. Al despertar, descubrió que su valentía era tan brillante como las estrellas.
El reloj encantado
En el reino encantado, un reloj marcaba el tiempo de las almas perdidas. Una vez al año, detenía su tic-tac para permitir que un corazón roto pudiera sanar. Aquel día, los suspiros se volvieron susurros y lágrimas y así continuaron hasta la eternidad, porque el reloj se descompuso y no había alguien quien lo pudiera arreglar.
El bosque parlante
En el bosque encantado, los árboles susurraban secretos y consejos a los viajeros perdidos. Una noche, una joven buscando su destino escuchó una melodía en el viento. Los árboles se unieron en armonía, y la guiaron hacia su destino con cada nota. A la joven, nunca más la volvieron a ver.