Literatura Mexicana e Iberoamericana
Acerca de las clases

Tema: selección y lectura

Subtema: poesía vanguardista LATAM 

Objetivo: conocer manifestaciones de la poesía vanguardista en LATAM

 

 

Actividad 1. Una vanguardia.

Vanguardias LATAM

Teoría estética huidobriana que postula la independencia de la obra literaria con respecto a cualquier referente e instala la poesía como aquella producción creacionista por excelencia. La poesía en esta tendencia vanguardista es una totalidad lírica independiente en absoluto, un arte de la palabra superior al contexto.  

 

A diferencia de otras estéticas vanguardistas, como el surrealismo o el dadaísmo europeo, el creacionismo no pretendió anular la racionalidad en la producción poética. Se trata pues de una vanguardia que quiere ser teórica (vale decir, una nueva corriente artística) y política (con el propósito de transformar el mundo y en la que el poeta tiene el rol de crear una vida de belleza para la humanidad). Huidobro criticaba el automatismo puro de los surrealistas, no negaba la importancia del inconsciente pero desconfiaba de los métodos que buscaban destacar solo algunas de las facultades humanas en detrimento de otras.  

 

El inicio de esta estética se ha fijado alrededor de 1916, cuando Huidobro viajó por primera vez a Europa y se estableció en París, donde se vio inmerso en una polémica acerca de la filiación del movimiento. El poeta francés Pierre Reverdy, quien fue amigo de Huidobro y con quien publicó la revista Nord-Sud (1917), se declaraba como el precursor de esta tendencia literaria (él habría sido quien primero enunciara sus principios) y acusaba a Huidobro de falsificar las fechas, asegurando que habría adelantado el año de publicación de su obra El espejo de agua. La disputa sobrevivió a ambos poetas y recién vino a apaciguarse cuando Braulio Arenas, preparando las Obras completas (1964) de Huidobro, diera con una edición bonaerense de El espejo de agua fechada en 1916, dos años antes de su publicación en Madrid. Este hallazgo puso fin a una controversia que duró medio siglo.

Introducción al Surrealismo literario  

 

Son muchas las características del Surrealismo ya que fue uno de los movimientos más consolidados y con mayor número de seguidores en toda Europa. No obstante, la característica principal es que se trata de un tipo de arte que busca la ruptura de la razón para, así, adentrarse en el inconsciente humano y descubrir qué hay en el interior de la mente.  

 

Influenciados por el psiconanálisis de Freud, los autores del Surrealismo literario querían escribir dejando de lado la razón, escribir siguiendo la pulsión de sus impulsos y de su parte más inconsciente. ¿Y eso cómo se conseguía? Una de las técnicas más empleadas por estos artistas fue el conocido como "escritura automática", es decir, un método de escritura que se realizaba sin programación previa y dejando libre la mente.  

 

André Breton fue el máximo exponente del Surrealismo, un artista francés que en el 1924 publicó el primer manifiesto surrealista en el que se estipulaba toda la teoría de esta corriente y los métodos que se tenían que seguir para poder crear obras de arte totalmente alejadas de la realidad. La escritura automática era el método usado por los autores del Surrealismo literario y, mediante esta técnica, se omitían las correcciones y se dejaba la mente totalmente libre para crear.  

 

El objetivo del Surrealismo no era tanto como crear arte si no, sobre todo, acceder al inconsciente humano y, para ello, se empleaban métodos artísticos ya que de esta forma se podía acceder mejor a la zona más oculta de nuestra mente. Por este motivo, las obras surrealistas están plagadas de formas extrañas, mezclas de sueños y realidad, imágenes sin un significado definido, etcétera.  

 

La poesía del Surrealismo Uno de los géneros del Surrealismo favoritos entre los autores de esta corriente de las vanguardias literarias fue la poesía. Mediante la escritura poética se podían yuxtaponer una gran cantidad de imágenes que no guardaban relación entre sí y crear metáforas e imágenes mentales muy llamativas. La correlación de estas imágenes activaban los procesos inconscientes haciendo, así, que el lector también pudiera acceder a su lado menos racional.  

 

Con la poesía surrealista se creaban imágenes cargadas de fantasía e irrealidad que ponían en tela de juicio los procesos lógicos de nuestro mundo. Ideas abstractas, asociaciones sorprendentes de diferentes ideas y saltos de linealidad que potenciaban la creatividad más incontrolada de la mente.  

 

Surrealismo literario en España  

 

Y para concluir esta lección sobre los autores del Surrealismo literario vamos a hablar, ahora, sobre los autores españoles que siguieron las bases de esta corriente vanguardista. Este movimiento fue de gran interés en la cultura española de la década de los 30 pero, antes de este tiempo, nos encontramos con un precursor surrealista español: Ramon Gómez de la Serna.  

 

Pero los autores del Surrealismo literario español que más siguieron las premisas de esta corriente fueron poetas de la generación del 27 como, por ejemplo, los que aquí mencionamos:  

 

Vicente Aleixandre: es el autor surrealista español por excelencia. De hecho, él mismo se autodescribió como un poeta superrealista aunque, eso sí, indicó que su método no era el de la escritura automática. José María Hinojosa: publicó "La flor de California", un poemario en el que abunda la esencia onírica tan defendida por los surrealistas.  

 

Rafael Alberti: este conocido poeta español también sintió la influencia del Surrealismo, algo que sobre todo se puede ver en "Sobre los ángeles" o "Sermones y moradas" Miguel Hernández: este autor español también tuvo una breve etapa en la que el Surrealismo influenció en su estilo.  

 

Surrealismo literario en Latinoamérica  

 

​En Latinoamérica, el Surrealismo también contó con algunos autores que siguieron el movimiento defendido y teorizado por Bretón. Algunos de los autores que estuvieron influenciados por la corriente surrealista fueron:  

 

Braulio Arenas César Moro Octavio Paz Xavier Abril Alejo Carpentier César Vallejo Jorge Luis Borges Julio Cortázar

El ultraísmo literario es un movimiento poético y literario que surgió en España a principios del siglo XX. Los ultraístas rechazaban las tradiciones literarias y se esforzaban por crear una poesía nueva y moderna mediante la experimentación formal y temática.  

 

Se caracterizaba por la originalidad, el uso de metáforas y símbolos, y por la libertad creativa. El movimiento tuvo un gran impacto en la poesía española y latinoamericana, y sus ideas y técnicas han influenciado a varias generaciones de escritores.  

 

4 autores del ultraísmo literario y sus obras Los autores del ultraísmo literario fueron los principales defensores de la libertad de expresión y de la exploración del mundo artístico. A menudo tenían que superar las fronteras entre los diferentes géneros expresivos, para dar rienda suelta a su creatividad de una forma completamente libre. Echaban mano de nuevos métodos, nuevas estrategias, nuevos mundos imaginarios y filosofías.  

 

Vamos a presentarte a algunos de los principales autores del ultraísmo literario y sus obras más conocidas.  

 

Olivero Girondo Olivero Girondo (1891-1967) es un autor argentino que escribía poesía en España. Los textos de este escritor están vinculados con el inicio del ultraísmo y destaca por la continua experimentación lingüística que desarrolla. Sus primeros poemas se basan en la superación de la simplicidad pintoresca y hablan acerca de la nueva vida urbana, presentando una crítica a las costumbres de esta.  

 

Sus obras más destacadas son:  

 

Alcomanías (1925) Espantapájaros (1932) Persuasión de los días (1942) Rafael Cansinos Assens Rafael Cansinos Assens (1882-1964) fue un poeta, novelista, crítico literario, ensayista y traductor español que pertenecía, en su momento a la Generación del 14. Sus ideas cambiaron cuando conoció el ultraísmo y comenzó a escribir sus obras con la idea de cambiar la mentalidad de la sociedad. Para hacerlo, quiso ser relevante colaborando con revistas modernistas, ultraístas y dadaístas.  

 

Entre sus principales obras encontramos:  

 

El candelabro de los 7 brazos (1914) El divino fracaso (1918) Salomé en la literatura (1920) Eugenio Montes Eugenio Montes (1900-1982) fue un político, humanista y escritor español que participó en la fundación del partido FALANGE española. Su ideología era completamente nacionalista y corporativista, así que escribió poesía centrada en los temas de su país y la situación de transición por la que este estaba pasando.  

 

Sus obras principales son:  

 

El viajero y su sombra ( 1940 ) Federico II y Sicilia y Alfonso X de castilla (1943) Elegías europeas ( 1949) Gerardo Diego Gerardo Diego (1896-1987) fue un poeta y escritor español muy destacado, que posteriormente perteneció a la Generación del 27. Se trata de una de las principales figuras reconocidas en el mundo de la literatura española porque en 1925 obtuvo el Premio Internacional de Literatura y desde 1947 perteneció a la Real Academia Española.  

 

Entre sus obras más destacadas podemos encontrar:  

 

La sorpresa (1944) Romances (1941)  

 

Los autores que te hemos presentado en el apartado anterior fueron los más destacados en el movimiento ultraísta; sin embargo, fueron muchos los escritores que participaron en esta corriente, como Pedro Garfias, Jorge Luis Borges, Pedro Iglesias Caballero, Juan Larrea, Ernesto López-Parra, Lucía Sánchez Saornil, Guillermo de Torre e Isaac del Vando-Villar.

El periodo más significativo de la vanguardia puertorriqueña tiene su inicio en la segunda década del XX. Para ser preciso, en noviembre de 1921 aparece el primer movimiento de vanguardia denominado Diepalismo. El nombre deriva de los apellidos de sus fundadores Luis Palés Matos y José I. de Diego Padró. El Diepalismo fue una tendencia estética muy breve, una especie de puente hacia otros movimientos que fueron surgiendo con nuevos contenidos y matices, postulados estéticos y sociales. En un ambiente en el que todavía predominaban los temas y tonos modernistas, la vanguardia vino a abrir nuevas vías expresivas liberando el lenguaje de las viejas formas y abordando una visión más provocativa y comprometida con la realidad social y política de su tiempo. Si bien es cierto que el poeta Luis Llorés Torres había formulado ya para 1913 las teorías estéticas llamadas Pancalismo y Panedismo (todo es bello / todo es verso), éstas estaban encausadas en el sentido de lo que representaba la belleza para el poeta, por un lado; y, por otro, en lo que le interesaba del ritmo y la combinación métrica de los versos. Y aunque, en efecto, estas teorías se fundan en una concepción novedosa del acto poético y de la unidad métrica del verso, deben ser vistas en función de la cosmovisión del poeta y no como elementos representativos de las vanguardias. El momento de ruptura con la tradición nace de los nuevos ismos vanguardistas. Algunos críticos han marcado las fechas 1921 a 1956 como punto de partida y desaparición de los mismos, extendiendo así el perímetro de las vanguardias al incluir tendencias estéticas (Girandulismo, Ensueñismo, Meñequismo, Integralismo, Trascendentalismo), importantes, por cierto, pero de una poesía cuyas particularidades deben mirarse cuidadosamente al catalogarlas como vanguardias. Los movimientos que implantaron una imagen más profunda y contundente, una imagen más significativa y afín con los movimientos de vanguardia europeos hay que fijarlos ⎼de acuerdo a mi criterio⎼ del ‘20 al ‘35. En cuanto al ambiente literario de los primeros años, aún estaba saturado por las tendencias modernistas y del lenguaje típico de esta estética. Cuando surgen los primeros movimientos de vanguardia en Puerto Rico, hay que señalar que éstos no estaban tan distantes cronológicamente de lo que ocurría en el Caribe y el resto de Hispanoamérica. Por el contrario, pueden definirse en el mismo tiempo que surgieron las vanguardias de Cuba y la República Dominicana como señala Klaus Muller-Bergh: “Los primeros destellos vanguardistas en Cuba coinciden esencialmente con los de los movimientos equivalentes en Santo Domingo y Puerto Rico”.  

 

El diepalismo es un movimiento en el que se generaron poemas que privilegiaban el sonido onomatopéyico y buscaban imitar los sonidos de la naturaleza. Esta propuesta busca construir significados partiendo de los sonidos; en cierta medida imita la música, pero mediante el estudio del sonido de la cotidianidad.

A partir de la década de 1920, aparece una serie de autores caribeños y suramericanos que recogen en sus obras literarias las experiencias, el lenguaje y los símbolos de las poblaciones de ancestro africano. Con el tiempo, estos autores fueron clasificados como "negristas" en el mundo hispánico, y como el movimiento de "negritudes" entre las regiones francoparlantes Haití, Martinique, Gouadalupe. Escritores como Nicolás Guillén (Cuba), Manuel del Cabral (República Dominicana), Aimé Cesaire (Martinique), Franz Fanon (Martinique), Luis Palés Matos (Puerto Rico), Manuel Zapata Olivella (Colombia), Paulo de Carvalho-Neto (Brasil), Virginia Brindis de Salas (Uruguay), Julia de Burgos (Puerto Rico), Nicomedes Santa Cruz (Perú), Adalberto Ortiz (Ecuador) yDerek Walcott (St. Lucia) -quien ganó el premio Nobel de literatura en 1992-, producen fundamentales obras representativas de la experiencia negra en América Latina.  

 

No sólo su literatura introduce un lenguaje propio que enriquece la herencia literaria latinoamericana del presente, sino que sus estudios etnológicos y sociales sirven de base para las luchas de reivindicación social que adquieren fuerza posteriormente (ver Mansur, Mónica. La poesía negrista. México: Era, 1973). Así lo afirma René Depreste en su evaluación sobre el negrismo latinoamericano:  

 

El mejor homenaje que podemos rendir al negrismo americano es el afirmar que contribuyó con su poesía a reducir el campo de la inhumanidad del hombre para con el hombre y a unir, en la universal ternura de la creación artísica, a diversos autores de todos los colores, elevando muy alto en el espacio solar la voz popular, sabia y apasionada del Calibán americano. ("Aventuras del negrismo en América Latina". América Latina en sus ideas. Ed. Leopoldo Zea. México: Unesco/Siglo XXI, 1986, p. 360).  

 

Pero también los afrosuramericanos han creado organizaciones para defender sus derechos. Uno de los más fuertes es el movimiento de conciencia negra en Brasil, que reúne unas 600 organizaciones en todo el país con el objetivo de celebrar la herencia afrobrasileña y luchar contra la pobreza. Algunas de estas organizaciones tienen una base política más o menos fuerte entre intelectuales y gente de clase media, y han ocupado varios puestos públicos en el congreso nacional (Carlos Oliveira y Benedita da Silva) y en el Partido Democrático, logrando aprobar una enmienda constitucional que hizo ilegal la discriminación racial.  

 

Numerosas y fascinantes formas de creación cultural se han desarrollado con la presencia de ancestro africano en América Latina. Todas ellas han contribuido a la riqueza artística y social del continente, y son testimonio de la creatividad humana en su lucha contra la marginación y la explotación. Cada una de estas manifestaciones ejemplifica la hibridación cultural y la multiplicidad de modelos de realidad que caracterizan a las culturas latinoamericanas.

El estridentismo fue en movimiento vanguardista que se caracterizó por tratar los temas de lo urbano, lo moderno y cosmopolita, su principal exponente fue el poeta mexicano Manuel Maples Arce.  

 

El estridentismo surgió en Xalapa, México, en el año 1921, cuando se dio a conocer como grupo vanguardista tras la publicación de su manifiesto Actual N° 1, el 21 de noviembre de ese mismo año.  

 

Fue un movimiento vanguardista, influenciado por las corrientes vanguardistas europeas, que estuvo activo entre los años 1921 y 1927 que causó revuelo en los espacios culturales de Latinoamérica.  

 

Junto a Maples Arce, el movimiento vanguardista del estridentismo estuvo compuesto otros poetas y pintores como Arqueles Vela, Germán List Arzubide, Fermín Revueltas, Alfredo Sánchez, Germán Cueto, Ramón Alva de la Cana, entre otros.  

 

El estridentismo es considerado como una de las renovaciones literarias y poéticas más drástica de la literatura mexicana. Esto se debe a que el estridentismo se desarrolló tras la finalización de la Revolución Mexicana y cuando se enfatizaba la conciencia nacionalista, de allí, que quienes conformaban este movimiento se propusieron renovar la estética literaria de su país.  

 

Por tanto, para los estridentistas era posible imaginar y visualizar de manera poética una nueva ciudad compuesta por el desarrollo tecnológico y los renovados conceptos políticos y sociales que promueven el progreso de la ciudad.  

 

Los integrantes del estridentismo rechazaban lo pasado y se enfatizaban en lo moderno, de hecho su mayor inspiración se encontraba en las estéticas modernas de la ciudad, tanto así que llegaron a imaginar una ciudad utópica de nombre Estridentópolis, como la versión poética y metafórica de la ciudad moderna.  

 

A continuación se presentan las principales características del estridentismo.  

 

El estridentismo fue un movimiento que se interesó y exaltó lo moderno, lo urbano, lo tecnológico y lo cosmopolita. Se inspiraba en el vanguardismo europeo. Apoyaba el desarrollo y progreso de México y luchaba en contra del conformismo. Los estridentistas se definían como radicales, intransigentes y herméticos. Los poemas presentan un humor negro e irreverente hacia todo lo pasado. El estridentismo buscó acabar con los conceptos arraigados y los héroes de la historia de México y tomó una postura de ataque contra aquellos que se oponían a la renovación y la modernidad. Los poetas estridentistas desechan las normas gramaticales y hacen uso de la relación de términos que permiten la descripción de imágenes de manera agresiva, buscando liberar el lenguaje y causar sorpresa en el lector.

Un grupo de jóvenes brasileros irrumpió en la cultura brasilera en 1922 con la Semana de Arte Moderno en San Pablo, que consistió en una muestra de diferentes artes. Entre ellos estaban Oswald de Andrade, la artista plástica que luego sería su mujer –Tarsila do Amaral– y Mario de Andrade, entre otros. Además de colaborar en revistas modernistas como Klacson, Oswald de Andrade publicó dos manifiestos: en 1924, el Manifesto da Poesia Pau-Brasil, y en 1928 el Manifiesto antropófago, donde expone el ideario de la vanguardia modernista brasileña.  

 

Siete leyes del arte simplifican el programa expresado en el Manifesto Pau-Brasil. Y de esta receta surgen, más que obras de arte, nuevas formas de relacionarse con el mundo, que lo modifican en ese acto. “La poesía existe en los hechos” es el comienzo el texto, como un anticipo del tema que recorre todo el movimiento antropófago: la relación entre la literatura y la vida.  

 

Mario Cámara señala al canibalismo como el significante sobre el que Occidente, al calificar al otro, construyó su propia identidad a partir del mecanismo de la oposición. El gran olvido de esta distribución de roles es que Occidente proyecta en ese otro lo que no podía digerir de sí mismo. Solo puede nombrar aquello que reprime al verlo alejado de sí, y ese acto de nombrar habilita el castigo, que dirige a aquel a quien sacrifica para mantener la pureza.  

 

Las implicancias éticas de la teoría estética del primer manifiesto pasan a primer lugar en el segundo. El pensamiento y el arte deben acercarse a la experiencia propia, la experiencia de la mezcla. De forma que, renegando de las formas heredadas, se hace necesario el establecimiento de nuevas preceptivas para estructurar el trabajo artístico. Aquí Andrade se aleja de las vanguardias que confían al azar sus producciones y propone una digestión consciente y crítica de todo material.  

 

El Manifiesto Antropófago se pronuncia contra el arte que tiene por función el control del ocio para mantener alejada la mente de la vida. Esta es la transacción donde Andrade desnuda la conveniencia del colonizador y del patrón. Ellos traen la cultura y se llevan la riqueza. En su poema Música de manivela, fuente subraya la relación de la cultura con el mercado como una poción de olvido para las fatigas diarias. En cambio, la antropofagia propone exportar la poesía, sacar la cultura propia. La antropofagia disuelve la diferencia entre nacionalismo y cosmopolitismo a través de la incorporación del otro en el cuerpo propio. Por eso, lo universal se revela como un espacio vacío, a conquistar, y el reclamo de singularidad que quiere ocupar ese espacio. Es notable la cantidad de ítems de consumos culturales occidentales que se enumeran en los poemas y en los manifiestos. La poesía Pau-Brasil es de exportación porque con el gesto del robo instaura una deuda: el desafío de ser robado. A la mezcla se le opone la actitud higiénica, el miedo al cambio que busca una pureza imposible reprimiendo la parte salvaje del hombre. La antropofagia, a través de una apertura sistemática a la experiencia sin discriminar el origen de los estímulos, consigue condensar universos de significaciones disímiles en pocos versos.

De acuerdo con el fenómeno literario asignado, responda a las siguientes preguntas.

– ¿Qué?

– ¿Quién?

– ¿Cómo?

– ¿Cuándo?

– ¿Dónde?

– ¿Por qué?

 

Actividad 2. Vanguardias en LATAM.

¿Qué es?

 

Actividad 3. Ruptura.

 

Canción del pirata (fragmentos)

Con diez cañones por banda,

viento en popa a toda vela,

no corta el mar, sino vuela

un velero bergantín;

 

bajel pirata que llaman,

por su bravura, el Temido,

en todo mar conocido

del uno al otro confín.

 

Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria la mar.

 

Allá muevan feroz guerra

ciegos reyes

por un palmo más de tierra,

que yo tengo aquí por mío

cuanto abarca el mar bravío,

a quien nadie impuso leyes.

 

Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria la mar».

 

 

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